miércoles, 23 de agosto de 2017

Sin una nota, sin una explicación

Otra vez es 23 de Agosto, cinco años han pasado ya. 

Hay muchas cosas que no voy a olvidar nunca en la vida, como ese llamado, esas palabras de mi tío.. y luego el silencio, la duda y a desolación. En un segundo todo tu mundo se puede ir en picada, es como si te desconectaras, te habla alguien que tenes al lado, le respondes sin pensar y ni sabes lo que le contestaste

Cinco años, sin un por qué, sin una explicación, se fue sin despedirse, se fue como un cobarde que no pudo seguir luchándola y a la vez tuvo lo que muchos no tienen para ponerle fin a un historia, su historia, que a su vez es parte de nuestra historia. 

Un final no anunciado, al menos no esperado por mí, justo cuando estaba por cerrar una etapa de mi vida, un momento que tuve que posponer y que no pude compartir con él. El dolor de no poder haber hecho nada para evitarlo, de no haberme dado cuenta de nada siendo que lo vi 24 horas antes. 

Un par de meses antes me hizo una herencia anticipada, me pasó la titularidad del auto. Y hoy dudo de si ya desde ese momento venía preparando la retirada, si sólo fue casualidad, o si lo primero fue llevando a la otra "decisión" (o quizás no quiso pasar otro cumpleaños "solo"). 

No hubo una carta, ni una nota donde explicara el por qué o por lo menos se despidiera... 

Nunca había pisado un cementerio hasta aquel momento, siempre odie los velatorios y esto hizo que odie aún más ese negocio que hay detrás de la muerte (los diferentes tipos de madera para los cajones, las coronas, las flores, el alquiler de la sale velatoria, el alquiler de los autos para la caravana fúnebre, el cementerio, etc). 

Cinco años que tengo sueños que de vez en cuando me visitan y me alteran las noches. 

Cinco años desde que Agosto no es un mes más, sino que pasó a ser el mes más difícil del año para mí. 

Si bien el vínculo que nos unía era más sanguíneo que emocional, no quita que no se lo extrañe, que no me hubiera gustado sentarme y decirle en la cara que luego de muchos años me asumí, y termine de descubrir que me gustaban las mujeres.  No tuve la oportunidad de compartir unos mates ni un buen tinto, ni tantas otras cosas. Si bien la familia ya no era lo mismo que en mi infancia, para mi con este suceso se terminó de quebrar. Gente que ni te conoce echándonos culpas sin saber con todo lo que veníamos lidiando día a día. Gente que dijo cosas que no debería, y gente que no hizo lo que tenía que hacer para defender por ejemplo a su madre. 

Cada vez es más recurrente el pensamiento de que "ya es hora de cambiar el auto", quienes me conocen saben lo que significa "El Tibu" para mí. No solo es el auto con el que aprendí a manejar, con el cual compartí tantos viajes y momentos en estos casi diez años, es una de mis terapias. Tanto dinero invertido, valió la pena cada centavo. No me arrepiento de nada, y es lo único que me quedó de mi viejo (materialmente hablando). Pero quizás sea momento de soltar, y probar si eso es algo que me ata al pasado, a cometer los mismos errores en otros planos de mi vida, como es el "amor". Soltar para avanzar también en lo económico, aunque no me veo sacándole el "NO SE VENDE" para ponerle un "Vendo Mod. 97, titular, papeles al día". No puedo pensar en un precio justo para mí, y en el momento de entregarle las llaves a un desconocido que seguramente lo quiera para usarlo de remis. 

Recién van cinco años, aún faltan muchos más por llevar ésta historia a cuestas... de un "por qué" que nunca va a llegar... 





Escrito en Agosto 2017

No hay comentarios:

Publicar un comentario