domingo, 2 de agosto de 2015

Mar del Plata en Invierno


Julio de 2015, luego de hacerle el motor al Tiburón Negro y aún teniendo las dos semanas de las vacaciones 2014 decidí volver a la Feliz, por segunda vez en el año, pero la primera vez con mi amado hijo.



A la ida todo bien, en la ruta se portó de 10, rindiendo 13 km/litro de nafta, sin levantar temperatura, el cielo despajado, sin mucho viento... Pero allá empezó a fallar y hasta dejó de querer arrancar, pero es un tema del cual voy a hablar en mi otro blog.


Debo reconocer que no recuerdo haber visitado esa ciudad en Invierno, más allá de un fin de semana de 2004 cuando fui con Huracán voley para jugar un torneo, en el cual salimos campeonas y nos metimos al mar (a fines de Agosto) para festejar. 

Me encontré con una ciudad, fría, llovió durante dos de los tres días que estuve allá. A la noche hace mucho frío (por la cercanía del mar). Por todos lados me cruzaba con porteños, o será que los marplatenses no se diferencian de nosotros (aunque técnicamente no soy porteña, sino bonaerense al igual que los oriundos de Mar del Plata). 



Fui a descansar y en parte lo logré, saliendo a caminar después del desayuno y por las tardes, pero me aburría, así que ingrese a Tinder para ver si encontraba alguien con quien tomar mates en la playa y quien sabe si daba para algo más, tuve suerte, lástima que el clima no ayudo del todo. 



La idea principal del viaje era no gastar mucha plata, y así fue. El hostel por 4 noches con desayuno incluido me costó $500, lleve comida desde acá igual salí dos veces a comer afuera y algunas  cosas tuve que comprar (unos $200), fui al casino como me gusta (y porque en Marzo la persona que me acompañaba en el viaje no me dejó entrar a probar suerte), pero no era mi noche y perdí solo $100, como corresponde compre alfajores para llevar al trabajo y para la familia, tuve inconvenientes con el auto así que gaste unos $200 en el taller y en nafta gaste más de $1000 (idea y vuelta, lo cual hubieran sido menos de $300 si hubiera usado el auto a GNC como siempre, pero aún no puedo). 



La verdad que Mardel es una ciudad que no termina de gustarme, si tuviera dinero para comprar una casa o departamento en la costa elegiría una de las playas del partido de la Costa, más cerca de capital, más tranquilo, ya que la idea de las vacaciones es respirar otro aire y descansar. 


La vuelta fue complicada, lluvia durante todo el trayecto y por momentos tormenta con mucho viento, no se veía casi nada a 100 metros (sisisi cien metros), por suerte no paso nada y volvimos sanos y salvos... ahora no queda otra que volver a la rutina (trabajar y pensar en la Tesis para recibirme este año), volver al taller a hablar con el mecánico porque algunas cosas no me cierran (acabo de hacer un MOTOR NUEVO y sigue tirando humo por el escape, no regula como me gustaría que lo haga, no llega a trabajar a la temperatura correspondiente casi nunca, etc), terminar de revisarlo para volver a salir en la ruta en el finde largo de Agosto, esta vez esperamos que sea un viaje con amigas.







Escrito en Agosto de 2015

No hay comentarios:

Publicar un comentario